La limpieza, la clave del negocio
Su plan B, la venta de máquinas para tintorería, se convirtió en el A: prestarle el servicio a hoteles cinco y cuatro estrellas y establecimientos boutique. Leé la nota completa que la revista apertura le hizo en 2012
A Fernando Argiró, le gusta decir que Tecnolav, servicio de lavandería para hoteles cuatro y cinco estrellas y boutiques, nació como cosa del destino. Eso sí, un destino que se cruzó con un emprendedor en el que todavía no se había despertado su gen. Hace cinco años, era director Comercial de una empresa italiana que vende máquinas para tintorerías. Un llamado telefónico y el encuentro con una emprendedora hizo que su plan B se convirtiera, en poco tiempo, en el A. “Llamó una chica que quiere que lavemos la blanquería de su hotel”, le dijo un día la encargada de su lavadero.
Argiró, como buen director Comercial, no la telefoneó para decirle que no podía hacer el trabajo. Fue a verla. Y ella lo convenció. Así, se convirtió en la primera clienta de lo que hoy es Tecnolav, una empresa con 53 empleados y 45 clientes de menos de 20 habitaciones y 40 de más de 20, entre ellos, Sofitel Cardales, Park Hyatt o el Alvear, que, aún teniendo lavandería interna, lo eligió. Todo se hizo a pulmón. Para poder cumplir con su primer encargo, Argiró contrató a un compañero de trabajo, quien tenía un remise, para que se encargara de la logística, y armó una red de planchadoras, todas vecinas del barrio. Ya con 15 clientes, el destino volvió a jugarle una “buena” pasada.
En una visita al Sofitel Cardales, como director Comercial de la empresa en la cual trabajaba, terminaron hablando del servicio de lavandería. “Comprate las máquinas y te doy el hotel”, le dijo el responsable del cinco estrellas. Con el financiamiento de una empresa española de máquinas de lavandería industrial, dio el gran salto. Y, tiempo después, tenía toda la cadena Accor en su portfolio.
“Este mercado es hípercompetitivo y la mayoría de los players pelean por volumen y no por precio, como yo. Soy el más caro (15 por ciento arriba), sin duda. Pero el mejor”, se anima Argiró, quien factura US$ 1,5 millón y tiene una proyección del 50 por ciento más para este año. Su actual ebitda (ganancia antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortización) es de 18,83 por ciento. Su próximo paso: el túnel de lavado, una máquina que trabaja en efecto cascada y permite gastar sólo 5 litros de agua por kilo de ropa, mientras que lo convencional es 26.
“En diciembre de 2011, con una inversión de 2 millones de euros, Tecnolav se convirtió en la primera planta sustentable de América latina. Conseguí financiamiento del Banco Ciudad, del Santander Río y de Garantizar”, cuenta el emprendedor, quien viajó por Europa buscando las mejores prácticas para aplicar. Sus empleados, quienes trabajan todo el día de pie, tienen kinesiología dos veces por semana.
Además, se recupera el agua de lluvia para usarla en los sanitarios y lavado de pisos y autos, entre otras optimizaciones. En semanas, la planta inaugurará nuevas oficinas, que tendrán un espacio de relajación y recreación, El Cielo, para empleados. Argiró ya se planteó un nuevo desafío: franquiciar el modelo en 2013.